lunes, 22 de diciembre de 2014

EL CORAZÓN DE LALÁ

Supe que Susana colecciona piedras en forma de corazón. Me pareció lindo e interesante, así que fui a ver su colección para preguntarle por ésta y tomarle algunas fotos; pero me encontré con una romántica que escribe poesías, adora las novelas, es fanática del amor y de sus once nietos, fue profesora de música y es amante de Chopin.

Detrás de una colección tan peculiar, hay un porqué y una historia de sueños, de infancia y de amores.


Cuando llegué a su casa, Susana tomaba mates con su esposo en la mesa del comedor, y me invitó a pasar al living y acomodó una piedrita junto a la otra en la mesa ratona, y cerró las puertas para iniciar la entrevista.

-       ¿Por qué juntaste piedras en forma de corazón, Susana?

La naturaleza es sabia y linda. Es algo de la naturaleza; no es forjado por el hombre. Entonces empecé a atesorar las piedritas en forma de corazón, y para mí es mi tesoro, por eso no lo muestro ni lo expongo.

-       Todas tienen que tener forma de corazón, ¿no? ¿Sos romántica?

Siempre me gustaron los corazones, soy un poco romántica, sí. (Risas). Leí hace poco - me gusta mucho leer -  La doctora Cole,  y vi que la hijastra de ella también coleccionaba corazones y dije ‘no soy la única rara, entonces’. No es fácil encontrarlos, tenés que estar mucho moviendo la arena y a mí ya la columna no me da mucho…

-       Cuando tu esposo te conoció, ¿ya tenías la colección?

Sí, casi. Yo tenía 15 años; él tenía 20… Juntábamos piedras juntos. Algunas las tengo ahí guardadas… él siempre me daba las piedras, no sé, un regalito de la playa. Pero no eran piedras de corazón.

-       ¿Qué son las piedras de corazón para vos?

Es como tener el río en mi casa. Porque soy amante del rio, soy mujer de al lado del rio y no podría vivir en otro lugar. Casi todas son del balneario, incluso tengo poesías hechas del balneario, y a mis nietos a veces les hago poesías.

-       ¿Querés leerme alguna?

Nunca se las mostré a nadie que no fuera de mi familia.

-       Entonces, ¿no?

Sí, claro que te puedo leer. Esperame que te traigo.

Susana fue hasta su cuarto y volvió con una caja de zapatos, forrada de papel blanco. Estaba llena de papeles y cuadernos viejos, había lápices y algunos objetos pequeños que ella no quería tirar. Buscó entre los papeles la poesía que más le gustaba, y me contó que se trataba sobre el balneario Zagarzazú, ubicado a 5km de Carmelo, Colonia, donde Susana vivió toda su vida.

-       ¿Ibas mucho a ese balneario?

Sí. En la antigüedad, cuando yo era niña, se llamaba Playa Salorio, ahora se llama Balneario Zagarzazu. Eran todos médanos y no veías el río; tenías que escalar hasta arriba del médano para ver el río. Entonces íbamos en un camión, viste, como en El viaje al mar, y caíamos en el camión con mis tíos, ¡con todos! Todos íbamos al balneario, que era lejísimo, y teníamos que andar entre el pasto, el campo, y entrar al balneario…

-       ¿Desde entonces te enamoraste del balneario?

Sí, aparte ahí estaba en la etapa de los primeros amores de adolescentes, y empecé a escribir ahí.

Entonces se animó a leer su poesía preferida frente a la cámara: https://www.youtube.com/watch?v=sWtmPzBiWCY&feature=youtu.be

-       ¿Todas las piedras son del balneario?

Algunas me trajo mi hija, que las trajo del Este. Dos o tres junté el otro día en la playa, pero la mayoría son del balneario. Es difícil encontrarlas.

-       Ahora, ¿vas muy seguido al balneario?

Vamos solo los veranos, y ahí aprovecho. No voy en otoño ni en invierno.

-       Contame más de vos.

Soy romántica, soñadora y escribí siempre, desde niña, desde la escuela…

-       ¿Cuáles son tus gustos?

Me gusta leer, mirar buenas películas…

-       ¿Tenés un libro y una película preferida?

Una novela que me encanta es Inés del alma mía. Y películas… me gustan las románticas, pero con un dejo de… yo soy descendiente de italianos, entonces me gusta un poco la tragedia, las historias de familia… lo que es la vida.

-       ¿Y cuando eras niña?

De niña era muy soñadora, era de mirar las nubes, de escribir cosas. He escrito cosas de mi niñez, hasta de mis juegos de la niñez.

-       ¿Qué dicen tus nietos de tus piedras y tus poesías?

Me dicen “¡Lalá!” – mis nietos me dicen Lalá – Martín me dice que se las deje de herencia.

-       La abuela Lalá… ¿Qué otra cosa coleccionarías si se pudiera guardar en una cajita?

Me gusta el mar, la naturaleza… las flores también. Antes secaba flores en los libros. Me gusta todo, incluso coleccioné también… Yo daba clases de música, me gusta la música.Tenía una colección de estampillas; estampillas que coleccionaba de niña, y se las regalé a un alumno mío porque le gustaba. Después tuve una colección de monedas, pero la regalé. 

-       ¿Qué música te gusta?

La música clásica. Chopin, por ejemplo… hay otros que también me gustan pero Chopin me encanta.

-       ¿Tus pasiones?

Me encantan las cosas antiguas. Porque todo tiene un porqué; un motivo. Me encanta saber de las familias, de los ancestros.

-       ¿Si te pregunto qué es el amor?

Pienso que el amor es maravilloso, que hay que tener amor ¡y amor bueno! En todo ser humano el amor debe estar primero. Está el amor de pareja, el de los hijos, los nietos… que ahora mis nietos son mis luces, ¡tengo once! (…) Agradecida a Dios que me ha dado tanto.

-       Digna respuesta de una romántica…

(Risas). El romántico vive un poco solo, porque es un sueño de la cabeza. 



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